Desde el siglo XX, el stress se ha convertido en un gran
problema de salud. Para los humanos, parece ya formar de nuestro estilo de
vida, e incluso afecta a nuestros amigos felinos.
El stress y la ansiedad son, en realidad, respuestas
adaptativas diseñadas por la naturaleza para permitir la supervivencia, y por
tanto, no son siempre negativas. El chorro de energía provocado por la
adrenalina facilita una respuesta rápida y fuerte que puede ayudar al organismo
a salvar la vida, por ejemplo, cuando alguien nos ataca. Sin embargo, estas
sustancias no están diseñadas para permanecer en el cuerpo durante mucho
tiempo, como ocurre en el stress crónico, ya que disminuyen el funcionamiento
del sistema inmune por poner un ejemplo de sus efectos negativos.