Las glándulas anales suelen pasar desapercibidas para los dueños de los gatos hasta que empiezan a causar algun problema, o al menos en mi caso asi fue. De repente un dia te enteras de que están ahi y de que tu gato tiene problemas con ellas. Pero tranquilos, con un poco de cuidado y de conocimiento, podemos ahorrar a nuestros peludos amigos pasar por el mal trago de sufrir por ellas.
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