El Ragdoll

El Ragdoll es una raza felina de grandes dimensiones (es la segunda raza en tamaño después del Maine Coon si exceptuamos al Ashera, una raza rara). Son muy conocidos por su naturaleza pacífica y adorable, de hecho, su nombre significa, en inglés “Muñeca de trapo”. Ésta es una de sus señas de identidad, y es que al cogerlos quedan totalmente relajados y sueltos como si fuesen un muñeco.

 

Los Ragdolls son gatos muy grandes de pelo semi-largo que proceden de EEUU, surgiendo en los años 60. Se concibieron desde un principio como gatos mascota, de carácter totalmente adorable. Su origen es curioso ya que surgió de una mezcla de gatos callejeros (ferales) junto a otros gatos de razas diversas, como la persa. 

Aunque el carácter del Ragdoll es totalmente dulce, la historia de su aparición puede decirse que es de las mas “escabrosas” entre las razas felinas, ya que en ella se funden muchos intereses y cierta dosis de mangoneo….

Todo comenzó a principios de los 60 en Riverside (California, EEUU) en la casa de una criadora de gatos persas negros que era bastante excéntrica. Esta señora se llamaba Ann Baker.

La vecina de Ann (Mrs Pennels) tenía una gata semi-callejera, estos gatos que entran y salen de casa y viven a caballo entre lo salvaje y lo doméstico. Esta gata se llamaba Josephine y era similar a un gato de angora ya que tenía un pelo semilargo. Como la mayoría de gatas callejeras, quedaba a menudo embarazada.

Según cuenta la “leyenda”, la gata Josephine sufrió un atropello estando embarazada, así que tuvo que pasar un tiempo en su casa siendo cuidada. Cuando dio a luz, tuvo unos gatitos que portaban unas extraordinarias cualidades: todos tenían un precioso pelo semilargo pero además tenían un carácter extremadamente dulce, confiado y al cogerlos quedaban colgando como si fueran “de trapo”.

Ann Baker, que era un poco peliculera, decía que estas cualidades eran obra del accidente que había sufrido la gata estando embarazada.

Sea como fuere, Ann vio algo especial en estos gatitos y compró varios de ellos a su vecina. El primero fue Raggedy Ann Buckwheat (vaya nombrecitos les ponían), una gata negra con apariencia de burmés. Poco más tarde consiguió a Raggedy Ann Fugianna, un gato bicolor. El padre de Fuggiana era Raggedy Ann Daddy Warbucks (que era otro hijo de Josephine pero de padre distinto al primero). Warbucks tenía una llama blanca en la cara (una manchita) y guantes blancos, similares a los que tienen los gatos birmanos.

Los gatos mencionados hasta ahora son los fundadores de la raza Ragdoll, con lo que puede verse el alto índice de consanguinidad del que se partió. La gata Josephine murió al poco tiempo y Ann no pudo hacerse con más gatitos hijos de ella.

A diferencia de otras razas, Ann Baker creó una franquicia para criar esta nueva raza. Es decir, ciertos criadores le ayudaron a desarrollarla y expandirla pero los cruces eran estrechamente controlados por ella. Esto sólo se ha hecho una vez en la historia de las razas felinas.

En el desarrollo de los Ragdoll se utilizaron gatos persas, burmeses… y quien sabe que más, ya que Ann era totalmente contraria a que nadie llevase las cuentas. En 1971, Ann creó la International Ragdoll Cat Associaton (IRCA). Danny Crayton, un criador que trabajaba para ella, registró el nombre de la raza en 1975 en EEUU.

Ann llevaba las riendas del negocio muy duramente y esto llevó a que algunos criadores se mostrasen descontentos. En 1975, viéndolas venir, Ann patentó el nombre de Ragdoll para protegerlo puesto que era extremadamente competitiva. Esta patente afectaba tan sólo a gatos nacidos después de esta fecha, no afectando a los criadores que tenían Ragdolls de antes de 1975.

Durante los años 70 varios criadores se separaron de Ann, especificando entonces nuevos cánones del standard. En 1980, fruto de este “cisma” se creó otra raza, el Raggamuffin (el nombre de Ragdoll estaba ya patentado).

En 2005 la patente del nombre de Ragdoll expiró. Ann se retiró, y a pesar de su carácter, dejó los pleitos legales de esta maravillosa raza. Actualmente hay más de 500 criadores de esta raza estando en expansión. La mayoría de las asociaciones felinas la reconocen (ICA, CFA, FIFE y GCCF). Ann falleció en 1997.

Actualmente se reconocen como Ragdoll tanto los Ragdoll que no forman parte de la IRCA (aquellos que se escindieron) como los Ragdoll de la IRCA (los que Ann Baker llamaba Original Ragdoll). Curiosamente, los Ragdoll de la IRCA tienen variantes muy escasas como los Cherubines, Miracle Ragdolls, Honeybears, Catenoids… que no son normalmente reconocidas, pro de las cuales hay criadores. Los Ragdolls que no son de la IRCA se les llama simplemente Ragdolls o Genuine Ragdolls.

En cuanto a su fisiología, los Ragdoll son una raza pesada que alcanza la madurez entre los 3 y 4 años de edad, ya que tienen un crecimiento lento. El standárd del Ragdoll nos lo describe por partes:

Cabeza: En forma de triangulo, con una superficie plana entre las orejas: todo de talla mediana; morro redondeado y un menton bien desarrollado.

Orejas: De talla mediana, se emplazan en la continuidad de la base del triángulo; largas en su base, se inclinan ligeramente hacia adelante. Redondeadas en la base y tupidas de pelo. Nace un mechón de pelo que oculta su parte interna.

Nariz: Recta y en forma de pista de esquí y un perfil elegante; todo llevándolo sobre un cuello poderoso, fuerte, corto y macizo.

Ojos: Siempre azules, grandes y ovalados. La esquina superior debe estar alineada con la base de la oreja (estos ojos en dirección oblicua marcan la diferencia con razas como el Birmano). El color, mejor cuanto más intenso.

Cuerpo: Largo, fuerte y musculoso. El pecho debe estar bien desarrollado, tan largo como la espalda y el trasero; este último debe ser un poco más alto que la espalda.

Cola: Larga y tupida, afilándose ligeramente un poco al final.

Patas: De mediana longitud , pero una osamenta igual de consecuente con ella como la musculatura. Las patas traseras son más altas, con un piel tupida de largura mediana a larga.

Pies: Grandes, redondos, cubiertos y llenos de pelo entre los dedos.

Pelaje: De textura suave y densa, de mediana longitud a larga (es preferible larga). Se mueve y forma mechas sobre el cuerpo siguiendo el movimiento del gato. Sobre la cabeza es más bien pelo corto, y va creciendo hasta la espalda; en el cuello envolviéndole la cara.

Tamaño: Machos, entre seis y ocho kilos( 10 kg. algunas líneas americanos). Hembras, entre cuatro y seis kilos.

Como curiosidad, decir que los gatitos Ragdoll nacen blancos completamente y más o menos a la semana de nacer comienza a aparecer su patrón y color, que suele ir oscureciéndose con el tiempo.

Los gatos Ragdoll vienen en tres fenotipos de patrón: colorpoint, bicolor y mitted.

Como ya sabemos, los colorpoint tienen más oscuras las partes distales (máscara, orejas, cola, patas).

(ragdoll colorpoint seal)

 

Los mitted son como los colorpoint pero con los guantecitos blancos así como la barriga y botas blancas en las patas de atrás. Algunos tienen una manchita blanca entre los ojos de mayor o menor tamaño a la que se le llama “llama” (Blaze), “llama blanca” (White blaze) o “llama reloj de arena” (Hourglass blaze).

 

(ragdoll mitted seal)

 

Los bicolores se buscan simétricos, tienen una “V” invertida blanca en la cara entre los ojos. El resto del cuerpo es blanco, exceptuando las orejas, la cola y el lomo que son de color.

(ragdoll bicolor seal)

 

En cuanto a los colores, existen varias opciones. Los más tradicionales son el Seal (negro), Blue (azul), Chocolate y Lila. Otros colores existentes son el Rojo y el Crema.

(ragdoll mitted blue)

(ragdoll colorpoint rojo)

 

En cuanto a su carácter, ya hemos dicho que son realmente encantadores y pacíficos (aunque obviamente cada gato es un mundo). Es una raza tranquila, poco dada a armar bullicio, a la que le gusta menos que otros gatos “saltar” a lugares altos. Son muy dependientes de sus dueños y siempre buscan compañía y afecto.

Como mascota, necesitan pocos cuidados especiales, salvo un buen cepillado de su pelo, aunque se enreda con mucha menos facilidad que otras razas con pelo abundante. Es conveniente no dejarlos solos muy a menudo por la gran dependencia emocional que tienen. Si va a pasar mucho rato solo, mejor buscarle un compañero felino.

Existen bastantes criadores en España de esta raza. A la hora de buscar un buen criador hay que tener en cuenta varias cosas, que podeis consultar en otro post en este blog.