Bolas de pelo

En la naturaleza, los gatos tienen un abrigo adecuado al medio en el que viven. En el verano tienen una cantidad de pelo más ligera y en los meses más fríos tienen una densidad de pelo mayor para tener más aislamiento térmico. El cambio de pelo de una a otra estación se produce periódicamente durante primavera y otoño.

 

Hoy en día, la mayoría de gatos caseros disfrutan del lujo de la calefacción y suelen tener temperaturas más constantes todo el año. Eso no quiere decir que en ciertas épocas, como la primavera, la luz y una subida de temperaturas general no les haga perder más pelo de lo habitual. En todo caso, el uso de calefacción y los cambios estacionales, siguen produciendo que nuestros pequeños amigos tengan periodos de muda de pelo.

Todo el mundo sabe que los gatos son limpios por naturaleza, y pasan muchas horas lamiéndose el pelo. La lengua de los gatos es como un cepillo, ya que posee miles de “ganchos” dirigidos en una dirección. Cuando se lamen, estos ganchos atrapan los pelos (puedes sentir la lengua rugosa de tu gato cuando te lama a modo cariñoso).

Los gatos no pueden “escupir” el pelo que se les queda atrapado en la lengua, así que sencillamente, se lo tragan. Este pelo pasa al estómago, donde normalmente pasa al tracto digestivo. Si la cantidad de pelo no es muy grande, esto no causa mayor problema. Pero si el pelo permanece en el estómago y se acumula gradualmente, forma una “bola de pelo”.

Las bolas de pelo, cultamente denominadas tricobezoares, en realidad no parecen “bolas” cuando el gato las vomita, sino más bien deberían llamarse “salchichas” de pelo. Al principio no suelen causar molestias graves, pero si alcanzan determinado tamaño el gato debe expulsarlas, por arriba a por abajo (ya nos entendemos jajajaja…). La vía rápida es expulsarlas por el esófago, así que muchas veces acaban vomitándolas con una mezcla de comida del estómago (si acaban de comer) o con líquido estomacal.

Y aunque quede totalmente asqueroso, aquí teneis una visión de una bola de pelo:

A veces, expulsar la bola de pelo es difícil. A los gatos que les pasa esto intentan repetidamente vomitarla, echando sólo líquido estomacal. Si consiguen echar la bola, el gato recupera inmediatamente su estado normal, aunque puede tener algo de irritación estomacal y necesitar una dieta más suave de lo normal (algunos requieren medicación).

La situación más peligrosa ocurre si la bola no pasa de ningún modo. En esta ocasión, el gato necesitará una operación quirurgica. Afortunadamente esta situación es rara.

Los gatos no tosen debido a las bolas de pelo. Un gato puede toser si el pelo que esta acicalando le entra por las vias nasales, pero las bolas de pelo no interfieren con las vías respiratorias. Esta confusión se debe a que un gato intentando vomitar parece que “tose”.

Las bolas de pelo son algo habitual en gatos normales. Sin embargo, hay ciertas enfermedades que predisponen a que tengan mayor tendencia a echar bolas de pelo. Por ejemplo, los gatos con piel irritable o gatos con problemas psicológicos tienden a asearse muy repetidamente, ingiriendo grandes cantidades de pelo. Otros gatos tienen desórdenes gastrointestinales que causa problemas de motilidad o de obstrucción en el aparato digestivo. Los dueños de gatos deben estar atentos a cambios en la producción de estas bolas de pelo. Sobretodo si se asocian a pérdida de peso, diarrea o falta de apetito.

Las bolas de pelo pueden prevenirse. El paso más importante es una rutina de cepillado constante para eliminar todo el pelo muerto de la piel del gato. Esto es especialmente importante en gatos de pelo largo. La rutina de cepillado debe hacerse a los gatos desde pequeñitos, al menos una o dos veces por semana.

Para un buen cepillado, un buen cepillo es esencial. Un cepillo especialmente eficaz es el furminator:

este cepillo elimina una sorprendente cantidad de pelo. Tanto, que hay gente que se niega a usarlo porque cree que corta el pelo que no está suelto… mi experiencia es que esto no es así, sino que nuestro peludos sueltan muchísimo pelo, más del que creemos…y eso es lo que se tragan!!!!. Este cepillo tiene cerdas duras y muy finas. Para utilizarlo recomiendo primero pasar otro cepillo de puas anchas para desenredar y facilitar su uso. Hay que pasarlo despacio para evitar tirones en el pelo del animal y no lastimarlo, así como ir eliminando las pelotas de pelo muerto que va dejando tras su paso!!!!.

Para gatos de pelo corto otra alternativa muy buena es pasar un cepillo de goma:

estos cepillos son muy apreciados por los gatos porque les producen un efecto masaje. Puedes usarlo tambien para quitar pelos de la tapiceria.

Como ya he dicho, un cepillo para desenredar el pelo, sobretodo para gatos de pelo largo es indispensable, e incluso un cepillo cortanudos:

(cuidado con el cortanudos, está afilado y puede hacer heridas en la piel del animal. Siempre hay que usarlo con precaución).

Cepillos de este tipo no valen para nada (bueno, si acaso para suavizar el pelo superficialmente), y es mejor olvidarlos:

Además del cepillado, ciertos piensos secos tienen ingredientes para favorecer el paso de la bola de pelo al intestino. La mayoría tienen fibras vegetales que barren lo pelos para que sean expulsados con las heces.

También existen productos como la malta, que ayudan a eliminar las bolas de pelo.

La malta puede darse en pequeñas cantidades una o dos veces a la semana. En exceso puede causar diarrea, asi que no pasarse!. La malta también forma parte de diversas chucherías gatunas. No soy muy partidaria de darles demasiadas guarradas de este tipo, pero ya que le das chuches, que al menos les aporten algo, como la malta:

La hierba gatera (hablamos de ella en el post de plantas y gatos) que puedes hacer crecer tu mismo en casa, contiene fibras vegetales que también ayudan al gato a purgarse.

En resumen, en esta época primaveral nos toca aguantar la convivencia con esos seres llamados bolas de pelo, que aparecen espontáneamente en el suelo de nuestra casa. Es un proceso normal en nuestro queridos amigos felinos, pero podemos ayudarles con abundantes cepillados y un poco de malta.